2/6/09

una mancha de sangre

En medio de tanto placer había una mancha de sangre.
Sin adjetivos, sólo eso. Una mancha de sangre en la sábana blanca. Ni siquiera tenía dueña, era sólo una mancha de sangre. Me contó que estaban las cinco un poco borrachas. Tiradas entre el sofá y el suelo del salón, sobre una sábana blanca. Sin que hiciera falta que ninguna de ellas tomara la iniciativa, acabaron follando como locas. Todas con todas, cuatro a por una o cada cual a su bola, pero follando como locas.
Y en medio de tanto placer, había una mancha de sangre.

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