mi virginidad

Yo perdí la virginidad con un niño al que no he vuelto a ver. Él tenía entonces 15 años y yo acababa de cumplir los 13. Fue en verano, en la playa, en unas rocas escondidas detrás de la marea. No fue un polvo espectacular, pero fue bonito.
Recuerdo que cuando él fue a la farmacia a comprar condones para nuestra primera vez quiso parecer mayor, como si fuera ilegal follar siendo menor de edad. Se peinó hacia atrás, se quitó la camiseta y puso voz de Umbral. Yo lo esperaba fuera. En ese barrio todos los farmacéuticos conocían bien a mi madre y mi madre no me conocía bien a mi.
Como decía, no he vuelto a ver a ese niño. Alguien me dijo hace poco que había tenido una hija. Quizás me lo cruce por la calle un día de estos.